El presidente de Asoportuaria, Lucas Ariza, analizó el daño colateral que ha generado la parálisis en la zona portuaria de Barranquilla, entre la madrugada del miércoles y la noche del jueves, por el incendio en la empresa Bravo Petroleum, ubicada en los 'Puertos Asociados Compas’, en la Vía 40.

Además de la muerte del sargento del Cuerpo de Bomberos, estación Las Flores, Javier Solano Ruiz, gremios económicos de la ciudad comenzaron a cuantificar 

La suspensión de las operaciones marítimas se dio porque la mayoría de los remolcadores estaban en la atención de la emergencia atenuando la emergencia y porque no se quería poner en riesgo a las embarcaciones que entraran y salieran del puerto. El mayor peligro era un derrame de aceite o la explosión de los otros dos tanques que están más cerca del río. Por ende, el represamiento de las operaciones portuarias.

La situación más difícil fue para los buques que llevaban dos o tres días afuera.

Sin embargo, según Ariza la situación ha estado dentro de “lo normal” y consideró prematuro hablar de pérdidas.

Añadió que para estos casos de fuerza mayor, se pueden amainar las pérdidas. “Hay una figura que protege a los portuarios”.

El dirigente gremial sostuvo que no ha sido fácil estimar las pérdidas pero sin embargo, no hay información de pérdida de carga o que se haya trasladado a otros puertos.

Otra afectación sí es la de los camiones represados. Son un eslabón dentro de la cadena, pero ha sido “de los males menores” dentro de esta tragedia, opinó.